Siervos aptos para el servicio

La palabra del Señor dice en el libro de Éxodo:

Si esto hicieres, y Dios te lo mandare, tú podrás sostenerte, y también todo este pueblo irá en paz a su lugar. Y oyó Moisés la voz de su suegro e hizo todo lo que dijo.

Éxodo 18:23-24

Si un hombre tan grande en las manos de Dios como lo fue  Moisés, capaz de abrir el mar y traer aflicción a Egipto, tuvo la humildad para escuchar a una persona sin experiencia, entonces nosotros también podemos hacerlo.

Al leer estos versículos, podemos apreciar la verdadera humildad que Moisés mostró al escuchar a su suegro Jetro, quien carecía de experiencia en liderar un pueblo. A veces, nuestra arrogancia nos impide escuchar la voz de Dios a través de personas que subestimamos, lo que nos dificulta avanzar.

Moisés, a pesar de sus muchas acciones, prestó atención a la voz de un hombre sin experiencia. En otras palabras, supo escuchar a Dios a través de Jetro.

Su humildad provocó que Jehová le revelara sus estrategias; no fue el consejo en sí lo que le mostró qué hacer. El libro continúa narrando la historia:

Escogió Moisés varones de virtud de entre todo Israel, y los puso por jefes sobre el pueblo, sobre mil, sobre ciento, sobre cincuenta, y sobre diez.

Éxodo 18:25

La palabra «virtuosos» se refiere a la excelencia en las personas, algo que Moisés no había reconocido antes en el pueblo. Gracias al consejo de Jetro, Moisés dejó de verse como el único ungido y guerrero de Dios y pudo reconocer la unción de Jehová en otros.

La humildad nos permite ver a quienes nos rodean de manera diferente y nos permite recibir consejos valiosos de personas que menospreciamos.

La falta de humildad nos impide aceptar lo que Dios nos quiere comunicar a través de diversos instrumentos que Él utiliza.

Poseemos mucho conocimiento y doctrina, pero nuestra falta de humildad nos impide recibir lo que Dios quiere entregarnos. Cuando dejemos de lado nuestra arrogancia, podremos obedecer lo que sabemos. Recordemos lo que dice el libro de Deuteronomio:

Sino acuérdate de Jehová tu Dios, porque él te da el poder para hacer las riquezas, a fin de confirmar su pacto que juró a tus padres, como en este día.

Deuteronomio 8:18

Dios no resolverá nuestros problemas por nosotros, sino que nos dará la fuerza, el poder y la autoridad para hacer su voluntad y superar las aflicciones financieras.

Moisés buscó personas «virtuosas» en el pueblo. La pregunta es: ¿existen personas así en la congregación? Sí, pero a menudo se ocultan tras el liderazgo y no pueden desarrollarse plenamente.

La invitación es recibir al Señor y permitir que los consejos recibidos nos lleven a un encuentro con el Padre.

Además, Moisés buscó personas «temerosas de Dios», es decir, moralmente humildes. En esencia, Moisés buscaba personas como él, capaces de escuchar y poner en práctica consejos para ver buenos resultados.

Debemos reconocer que otros siervos del Señor también pueden cambiar los ambientes espirituales. El avivamiento llegará cuando eliminemos la idea de un avivamiento emocional y nos acerquemos al Señor, obedeciendo su palabra a través de cualquier persona, sin considerarnos superiores a los demás.

Hemos subestimado las habilidades y conocimientos de los que nos rodean, demostrando falta de humildad al no reconocer que necesitamos ayuda y apoyo.

No hemos valorado a otros siervos del Señor que también pueden transformar los ambientes espirituales. Nuestra falta de humildad nos ha impedido seguir sabios consejos. El avivamiento llegará cuando abandonemos la idea de un avivamiento exagerado lleno del «fuego de Dios» y adoptemos el enfoque adecuado: acercarnos al Señor y obedecer su palabra.

Los frutos llegarán en todas las áreas cuando estemos dispuestos a escuchar la voz de Dios a través de cualquier persona y dejemos de tener una opinión excesivamente elevada de nosotros mismos.